El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.
Vendo cuerpo sin alma, el corazón roto y la inteligencia agotada.
Os lo dejo barato, veo que hay mucha oferta en el mercado.